El carbonero de Tetuán: 70 años dando leña

Pasear por el céntrico barrio madrileño de Cuatro Caminos y toparte con un letrero que reza «Carbones» puede resultarle chocante a cualquiera. Habituada a las abigarradas calles de Tetuán, a mí me resulta cuanto menos curioso. No puedo evitar acercarme, echar una ojeada y preguntar.

Por BeaBurgos

Carbones Tetuán

Carbones en Tetuán. Foto: BeaBurgos

Ante mí, vigas de madera, pilas de sacos de carbón y la tiznada tez de un hombre cuya curiosidad hacia mí sobrepasa mi desfachatez. Se llama José Javier y lleva desde los 22 años manteniendo este negocio de carbones en el centro del distrito de Tetuán.

José Javier comenzó en este negocio en los años 80, cuando una crisis de la fábrica de artes gráficas en que trabajaba lo llevó a la calle junto con otros 100 compañeros. La situación lo obligó a seguir el negocio de su padre, quien instaló esta venta de carbones en los años de la Guerra Civil.

carbonero tetuan

José Javier cargando carbón. Foto: BeaBurgos

Aunque para muchos sea simplemente «el carbonero», José Javier tiene eso que ahora llamamos «inteligencia emocional», un sexto sentido sobre la condición humana que siempre he envidiado en la gente sencilla. Hablar con él es un auténtico aprendizaje.

«Los negocios familiares no son fáciles. Para hacer un cliente tardas una eternidad pero para perderlo basta un segundo»

Lleva años vendiendo leña y carbón vegetal de encina, pero, sobre todo, «cuidando y mimando a la clientela». Abastece principalmente a los asadores de Tetuán y a las comunidades de vecinos cuya calefacción central aún funciona con carbón (en Cuatro Caminos, me dice, quedan dos, en las calles Infanta Mercedes y Comandante Zorita).

Entre las vicisitudes de su trabajo, José Javier se lamenta de la dureza de la carga. Durante años llevó el negocio solo junto con su mujer, quien hacía el reparto, pero debido al esfuerzo que realizaba terminó por romperse los gemelos y tuvo que tomar a un empleado. «Aquí no hay vacaciones, porque los restaurantes no cierran. Este año me tomé mis primeros quince días de vacaciones en 30 años».

Romana

Romana en la venta de Carbones de Tetuán. Foto: BeaBurgos

Echo una mirada alrededor del local en busca de la imagen perfecta. No llevo más que mi teléfono móvil encima y es difícil fotografiar un local tan oscuro, sin una sola ventana.

Mi mirada se detiene sobre una vieja romana, igualita a la que usaba mi abuelo para pesar las verduras del campo y le pregunto si la usa: «La usaba hasta hace tres años, porque antes venía todo a granel. Ahora la guardo como una reliquia».

Me quedo con esta última palabra de su boca, «una reliquia», y pienso en todos los oficios antiguos de Tetuán que se van perdiendo, que algún día quedarán fotografiados y enmarcados en cualquier bar o local, guardados en un marco tan tiznado como el rostro de José Javier. Entonces diremos: «¿Veis esta foto del carbonero? Es una auténtica reliquia«.

Carbonero de Tetuán Madrid

El "carbonero" de Tetuán. Foto: BeaBurgos

¿Te ha gustado? Comenta, compártelo,¡COLABORA CON NOSOTROS!


3 Comments

  1. BeaBurgos Eduardo Lusson 28 noviembre, 2014
  2. BeaBurgos kactusboy 6 noviembre, 2011
  3. BeaBurgos Agapito 26 octubre, 2011

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies