La Policía acude al lugar donde se encontraba el ciclista accidentado. Foto: Emergencias Madrid
Un año de prisión por homicidio imprudente y otros tres meses de cárcel por omisión del deber de socorro, además de la pérdida definitiva del permiso de conducir y una multa de 1.825 euros por un delito contra la seguridad vial, y el pago de las costas del proceso. Esa es la condena, que recoge el diario El Pais, que un juzgado de lo penal de Madrid ha impuesto al conductor que el 7 de agosto de 2013, atropelló a un ciclista en el Camino del Chorrillo (prolongación de la calle Villaamil, que va desde esta última a Sinesio Delgado) y se dio a la fuga sin ni siquiera detenerse a auxiliarle.
La víctima, que murió como consecuencia de las heridas, quedó tendido en el suelo hasta que un motorista lo encontró y avisó a Emergencias Madrid sobre las 6:30 de la mañana. Cuando el SAMUR llegó al lugar donde había sido arrollado sólo pudo certificar su muerte. Oscar F. llevaba puesto el casco y se dirigía en aquel momento a su trabajo, el bar Campanoli, situado en la calle General Moscardó (Barrio de Cuatro Caminos). Su fallecimiento causó una gran conmoción en Tetuán, distrito en el que vivía, y durante los días posteriores recibió varios homenajes, como el de los integrantes de la Bicicrítica, que organizó varios días después una marcha en su honor.
Por su parte, el conductor, Mauricio Eduardo A., vivía cerca del lugar del atropello y carecía de carné de conducir en el momento del accidente, puesto que había perdido todos los puntos en 2012. Además, tenía el carné inhabilitado hasta 2017 por varias infracciones posteriores a la pérdida de los puntos, y en el momento del accidente conducía bajo los efectos del alcohol. Gracias a la colaboración ciudadana fue detenido a las pocas horas del suceso, ya que una vecina de la zona había identificado su vehículo, un Ford Focus. Transcurridas varias horas después de su detención, quedó en libertad con cargos.
La acusación particular, ejercida por la familia de la víctima, ha anunciado que apelará la sentencia, que considera injusta, y que ha llegado después de que la fiscalía y el abogado defensor del acusado llegasen a un acuerdo. Mauricio Eduardo A., que ha admitido todos los hechos, no entrará en prisión gracias a que la condena que le han impuesto, inferior a la que en principio se pedía para él, no llega a los dos años.
