La Policía Municipal ha desalojado esta noche una fiesta ilegal que se estaba celebrando en el número 21 de la Calle General Orgaz, situada en el barrio de Cuatro Caminos del Distrito de Tetuán. La celebración, que se estaba llevando a cabo en un antiguo restaurante cerrado hace tiempo, era una fiesta de graduación de un instituto de Loeches organizada por los alumnos. En la fiesta, en la que estaban 60 personas entre profesores y alumnos cuando llegó la policía, había 10 menores, y según comprobaron los agentes, en ella se estaba vendiendo bebidas alcohólicas a los clientes. Además, se apreció un fuerte olor a tabaco y estaba sonando música a un volumen muy fuerte.
De hecho, esto fue lo que motivó a los vecinos a avisar a la policía: el elevado sonido de la música. Una vez dentro, la policía comprobó que el local no tenía licencia, ni extintores en buen estado. El único con el que contaba había caducado hace tres años. Además, las luces de evacuación estaban estropeadas. como responsable del local sólo había un camarero contratado exclusivamente para la fiesta. Esta persona desconocía las condiciones administrativas en las que se encontraba el establecimiento, y no sabía si contaba con licencia o con seguro de responsabilidad.
Durante la inspección, los agentes observan que el local se encuentra muy sucio, con manchas de grasa, y con cucarachas y otros insectos paseándose por sus instalaciones. Encuentran la comida y la bebida en el suelo en contacto con productos de limpieza. Ante esta situación, los policías procedieron a desalojar la fiesta.
Se da la casualidad de que este mismo local ya había sido desalojado la noche anterior, en la noche del viernes al sábado. En dicha ocasión, se celebraba otra fiesta de graduación de cuatro institutos, y en el momento de la intervención de la policía estaban en el local unas 200 personas, que habían contratado la fiesta hasta las seis de la mañana, pero fueron desalojados por el personal de la organización a las 3 de la mañana.
Además, manifestaron que la ubicación del evento que habían contratado se les había cambiado a última hora y al llegar al sitio donde se iba a celebrar el evento descubrieron que no era lo que se les había ofertado. Como únicos responsables había dos camareros contratados a través de Whatsapp. La Policía Municipal abrió entonces las diligencias oportunas por un posible delito de estafa contra los promotores del evento.
Fotos: Policía Municipal de Madrid