Con el año nuevo apetece verlo todo mejor y más bonito, por eso hoy vamos con un truco para renovar la funda de las gafas con tela y llevarla siempre reluciente.
Eli Hernández, 18.02.2014
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Con esta son dos las veces que les he “tuneado” el envoltorio a las que uso desde hace muchos años, recomiendo hacerlo: es abrir el bolso o mirar a la mesa donde suelen estar, y disfrutar con la visión de esos aires nuevos, de algo bonito hecho con todo el cariño. Un autoregalo casi sin costes: renovar la funda de las gafas con tela reciclada… o no.
Pues bien,aquí va el paso a paso, es muuuuy simple.
Elegir la tela: Puede ser reciclada: una camiseta que ya no usemos pero que el color nos encanta, un pañuelo que nos gusta pero no sabemos con qué ponerlo, un retal,… en fin, posibilidades mil. En este caso he escogido esta tela porque tiene unos ligeros brillos que me parecen preciosos, es muy discreta, pero a su vez genera alegría. Estoy enamorada de su textura y no paro de confeccionar cosas con ella. Tiene un aire relajante y sereno, y estimula la idea de que lo veré con las gafas puestas seguirá teniendo ese toque casi mágico (no hay nada como el autoconvenicimiento) 😉
Cortarla. Dos piezas siguiendo el contorno de la funda y dejando de margen unos 6 centímetros, y si queréis añadirle estupendo, más vale que sobre que no que falte, ya tenemos tiempo de cortar hasta ajustar luego.
Paso a paso:
Tal y como vemos en la primera imagen, para montar la tela en la funda necesitamos separar ligeramente el borde de las dos capas que conforman la funda.
Una vez hecho esto, metemos la tela por esa rendija ayudados de cualquier artilugio que tenga punta fina pero no cortante: destornillador pequeño, un cuchillo de punta redonda (el de la mantequilla sirve), un abre cartas, en fin, posibilidades mil
Tener en cuenta:
– Redondear el corte de la tela en las esquinas adaptándola a la forma de la funda.
– Si cuando estemos metiendo la tela nos quedan más de dos centímetros (o uno y medio en algunos casos) sobre el borde de la funda, es en este momento es cuando hay que cortar el sobrante, de manera que vayamos adaptando la cantidad de tela que nos cabe en esa hendidura (ligera separación de las capas), metemos todo lo posible pero sin que se nos separen mucho una parte de la otra.
– Luego hacemos un pequeño dobladillo en la parte de la tela que queda sobre la parte trasera, donde está la bisagra. Si queréis la pegáis o la dejáis tal cual, yo no la pego porque me gusta experimentar y renovarla de vez en cuando, pero si tenéis claro que es la tela de vuestra vida, adelante pegarla sin miedo. Podemos usar por ejemplo un pegue en espray para tejidos o un poco de pegamento de contacto fuerte bien extendido para que no queden bultos. ¡Y listo!
Repetir estos pasos con cada una de las dos tapas de la funda y et voilá, lo tenemos. Aquí tenéis el antes y el después:
¿Qué os ha parecido el resultado? Bonito ¿eh? Je je je 😉
Bueno guapísimos, ¡¡que todo lo que veáis sea bonito!!