La Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos y Gestión de Residuos de Madrid, en vigor dede febrero de 2009, establece fuertes multas para los que, entre otras infracciones, no recojan los excrementos que sus perros dejan en la vía pública, pero dadas las montañas de «cacas» que jalonan aceras y calzadas, no parece que se haya hecho cumplir con mucha energía. Al menos, encontrar una persona a la que se haya multado por no recoger las heces de su perro es prácticamente imposible. Pues bien, parece que esta laxitud en el cumplimiento de la norma puede tener los días contados, a juzgar por las declaraciones que ha hecho hoy la Alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en un Desayuno Informativo de Europa Press. En él, Carmena no sólo ha afirmado que se va a comenzar a multar por este hecho, sino que, tal como contempla la ordenanza mencionada, las multas se podrán sustituir por tareas de limpieza comunitarias.
Así, la novedad no es que se vaya a redactar una nueva ley u ordenanza, sino que el Ayuntamiento va a hacer cumplir la que está en vigor, que tipifica que si el dueño de un perro no recoge sus excrementos está cometiendo una falta grave, con multas que oscilan entre los 750 y los 1.500 euros. Estas multas se pueden sustituir por trabajos comunitarios, que todavía no están estipulados, por lo que el consistorio está preparando un protocolo de sustitución de las multas por tareas de limpieza. Éstas consistirán en ir un sábado o un domingo, o ambos días, a barrer y limpiar la ciudad desde las 9 de la mañana hasta las dos de la tarde. Quedan exentos, eso sí, las personas invidentes que vayan acompañadas por un perro guía.
El Ayuntamiento va a comenzar esta campaña de multas en dos distritos, que la alcaldesa no ha querido desvelar, a las horas en las que se han detectado que se producen más casos. A esas horas, la Policía Municipal van a acudir a los puntos en los que se han detectado los problemas con los excrementos caninos, y procederá a sancionar a los infractores.