Con motivo del año dual cultural España-Rusia, el Distrito de Tetuán acerca a sus vecinos una mirada al arte ruso de la mano de la Asociación Creativa de Orenburgo El Sexto Piso

Ana C. Callejo 22.11.2011

El año dual España – Rusia 2011 se ha dejado notar con creces a través de las múltiples actividades, exposiciones y espectáculos desarrollados a lo largo de todo el 2011.

Si el 8 de noviembre el Museo del Prado inauguraba El Ermitage en el Prado, cinco días antes, el Centro Cultural Eduardo Úrculo de Tetuán hacía lo propio con la exposición de pintura rusa de la Asociación Creativa de Orenburgo El Sexto Piso, que estará en nuestro distrito del 3 al 29 de noviembre.

Más allá del Ermitage en El Prado, esta exposición es una oportunidad única para todos los amantes de la pintura y de la cultura rusa, una manera de acercarse al otro arte ruso, el contemporáneo.

El Sexto Piso

Entre 1990 y 1993, el interés de Europa hacia el arte contemporáneo ruso aumentó considerablemente. Sin embargo, a partir de 1994, una disminución de la actividad de los artistas rusos dentro y fuera de las fronteras de su país redujo esta tendencia.

Años más tarde, un grupo de artistas de Orenburgo – cuyo estudio se encontraba en el 6º piso de una casa residencial, de ahí el nombre que la asociación recibirá años más tarde- decide reanudar las exposiciones en el extranjero con el objetivo de darse a conocer y de posicionar su tierra natal como un lugar de creación cultural.

Durante unos años, los artistas consiguen exponer sus obras en mecas del arte como París y Zúrich, donde son invitados a participar en varias exposiciones entre los años de 1999 y 2004.

Tras el éxito cosechado en el extranjero , en el 2004 deciden crear la Asociación Creativa El Sexto Piso, con la que pretenden no solo organizar exposiciones sino también instaurar relaciones internacionales con museos y galerías de otros países.

Actualmente, la Asociación se compone de veinte artistas, dos de los cuales han obtenido el título de Artista Emérito de Rusia.

Diversas técnicas y estilos, figurativos o no, se hacen hueco en una exposición llena de color y movimiento. Las pinturas no solo recuerdan a los grandes artistas rusos, como Kandinsky, sino también a buena parte de la iconografía pictórica española. Dos países, Rusia y España se dan la mano al servicio del arte.

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