A menudo, la palabra viejo suena mal. Suena a carga, a poco útil, a olvidado. Sin embargo, y paradójicamente, las librerías de viejo suponen un soplo de aire fresco y de variedad en el panorama cultural. Éstas ofrecen un amplio fondo bibliográfico y algunas joyas (ejemplares descatalogados, rarezas, libros centenarios, antigüedades…), además de otros muchos a buen precio. De esta manera, constituyen todo un reto ante los ritmos y la filosofía del modelo consumista. En Tetuán, al menos, contamos con 5 librerías de viejo. Hemos visitado algunas de ellas.
Al entrar, lo primero que llama la atención es que no hay grandes carteles o displays con las últimas novedades. Aquí, los libros están ordenados según criterios bibliográficos, no comerciales. Así el lector puede bucear y elegir con libertad. “Me gusta que la gente enrede y mire tranquilamente”, nos cuenta Juan Carlos Plaza, de Ábaco Libros.
“La relación humana es lo principal en esta tienda”, nos explica Pedro, encargado de la librería De la Puente que lleva 50 años en la calle Lope de Haro. “La gente que viene, me saluda y charlamos mientras mira lo que hay. Esto es una gran superficie no se da”, añade.
En las librerías de viejo podemos encontrar libros actuales de segunda mano. “Trabajamos libro de lectura en general: narrativa, ensayo, historia, poesía…De media entre 3 y 5 euros tenemos la gran mayoría de los libros”, nos cuenta C. Plaza. Por otro lado, Miguel Díaz (Alcaná Libros) añade: “Se venden muchos de un euro; hay mucho público de estos libros (de Ágatha Cristie, Perry Mason…) que quiere pasar un buen rato leyendo, sin más pretensiones”.
Pero también hay ejemplares destacados. “El libro más antiguo que tenemos es de 1538, una Suma Teológica de San Agustín”, nos dice M. Díaz. “También hay otros raros, difíciles de encontrar como una primera edición de La Regenta, de 1889, o la primera edición del primer libro de Vargas Llosa, una obra premiada por el Colegio de Médicos de Barcelona”. Juan Carlos Plaza resalta: “Tengo una primera edición de uno de Carlos Bousoño, y también están las obras completas de Valle-Inclán encuadernadas en piel”.
Si algo tienen en común estos tres libreros es el cariño con el que hablan de los objetos que atesoran y venden. Incluso, Pedro nos llega a confesar: “A veces me da pena vender algún libro, pero no me queda otro remedio…tengo que comer.” Y Miguel, mientras nos mostraba los secretos de su librería, nos dijo: “El mundo del libro es apasionante, tanto por fuera, el libro en sí mismo, la encuadernación, el papel…como, por supuesto, lo que encierra dentro.”
Los tres nos explicaron que no hay un público determinado. Acude todo tipo de gente: vecinos del barrio, estudiantes, profesores universitarios, trabajadores que compran para ir leyendo en el metro, gente “que pasa por aquí y entra a ver qué hay”…incluso personas que se acercan expresamente a por algo en concreto. El libro de visitas de Alcaná Libros tiene registradas firmas y dedicatorias de lectores de Venezuela, Houston (Estados Unidos), Argentina, Japón (escrita en japonés, claro) o de Carabanchel Alto (“¡¡1 hora de metro!!” se quejan nuestros conciudadanos de las antípodas de Tetuán).
Por último, les pedimos una recomendación a los vecinos de Tetuán, en esta época de vuelta de las vacaciones:
Juan Carlos Plaza: Cualquiera de Pío Baroja
Miguel Díaz: “Las ciegas hormigas”, de Ramiro Pinilla. “Fue Premio Nadal. Lo leí hace 3 o 4 años y me impactó mucho”
Pedro de la Puente: “Un libro no se puede recomendar, es como antiguamente las corbatas de los señores…cada uno tiene sus gustos.”
Así acaba nuestra visita a algunas de las librerías de viejo del barrio. Al salir, nos quedamos con la sensación de haber estado en lugares donde se valora el tiempo, en una especie de islas en las que la pausa, la reflexión y lo viejo son los que marcan el ritmo.
Direcciones
Ábaco libros
C/ Raimundo Fernández Villaverde, 27
Libros Alcaná
c/ Ana María, 30
Librería De la Puente
c/ Lope de Haro, 18
Librería Basílica
C/ Comandante Zorita, 23
Librería Hipercómic
c/ Jerónima Llorente, 42
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A menudo voy a la librería de Jerónima Llorente. Con poco presupuesto puedes comprar muchos libros interesantes. Ojalá estas librerías de viejo no desaparezcan nunca. Gracias por tu post, Marta, me ha gustado mucho.
Bueno.
¡Qué bueno! Me ha encantado el paseo por las librerías del barrio. Sólo conocía la de Lope de Haro. Me pasaré por las demás. Gracias por el excelente artículo.
Marta. Mill gracias por este excelente post y por recordarnos que esaslibrerías de toda la vida siguen ahí, que el trato sigue siendo humano, cercano. Me ha encantado!
– Noticia muy bonita e interesante.» La relación humana es lo principal» y yo digo muy necesaria para todos.
Tienen verdaderas joyas de libros y de gran valor, que es normal les de pena venderlos. Gracias por las recomendaciones de lectura, no conocía estas librerias. Muchas gracias. Felicidades. Azucena