El «Urban Knitting», moda adoptada de Estados Unidos, está causando sensación en todos los rincones de España. Se organizan quedadas o reuniones para tejer a través de los blogs y redes sociales. En Madrid existen varios grupos que se reúnen para tejer. En Tetuán nos encontramos con Madrid Knits, uno de los más activos.
María Lin (@Marialinqiu) 06.05.2013
Tejer era lo que solía hacer mi querida abuela china en sus ratos libres. Tenía la costumbre de tejerme unos jerséis espantosos, creo que era una de sus nietas preferidas, aún así escogía los colores más feos y que más picaban de la tienda. Desde calcetines, pantalones interiores, jerséis, guantes, monederos… solía tejer de todo. Yo, con apenas 5 años hacia el amago de imitarla.
Más de uno tendremos en nuestras memorias a las abuelas tejiendo o cosiendo ropa. Tejer, bordar, coser o hacer ganchillo… las asociamos instintivamente a actividades de señoras mayores. Sin embargo, estas labores manuales tradicionales están volviendo con fuerza.
Tiendas, clubes de labores manuales, grupos de tejedores… están floreciendo alrededor del mundo. Mujeres mayores, mujeres jóvenes, niños e incluso hombres están aprendiendo a tejer. Un nuevo pasatiempo adaptado a los nuevos tiempos. Aprender a tejer es sinónimo de aprender a desconectar, a relajarse y a poder fortalecer los lazos sociales.
Desde hace unos cinco años, hacer punto es tendencia. Hemos visto tejiendo desde actrices de hollywood, personas anónimas… hasta existe un libro llamado «El Club de los Viernes» (Kate Jacobs).
En ella se narra la historia de una neoyorquina que abre una tienda de lanas, dónde también imparte clases de punto. En torno a esta afición se crea un curioso club donde se reúnen cada viernes ocho mujeres. Entre ellas se forja una importante amistad.
Madrid Knits
Madrid Knits se reúnen cada viernes, excepto los cercanos a los festivos, en una concurrida cafetería cerca del Bernabéu. El objetivo de este grupo es conocer a personas con sus mismas aficiones, ya sea tejido, ganchillo, patchwork, punto de cruz… Compartir conocimientos y pasar un rato agradable y ameno.
La iniciativa surgió en 2009, a través de una vecina del barrio. ”Echaba de menos reuniones para tejer en Madrid, que estuvieran cerca de mi casa. Así que, con una amiga que también tejía, decidimos hacer una propuesta en Internet que tuvo mucha acogida” nos explica Siona, una de las fundadoras de Madrid Knits. El éxito de la propuesta de Siona y su amiga fue inmediato. En octubre del 2009 hicieron la primera reunión como Madrid Knits, y han logrado mantenerse hasta el día de hoy. Actualmente, este grupo de tejedores cuenta con una media de 15 personas en las reuniones semanales.
Con casi cuatro años de vida, Madrid Knits cuenta con su propio blog, donde se narran las crónicas de las reuniones y los avances de los integrantes. También tienen una página en Facebook y participan en Ravelry, una red social internacional destinadas a los tejedores y tejedoras de todo el mundo. «Normalmente las crónicas semanales se van turnando para que no siempre le toque a la misma persona, y luego si tenemos dudas solemos pedir ayuda y consejos en Ravelry» relata Siona.
Tienen sus propias normas básicas en las quedadas o reuniones, entre las que destacan: puede participar quien quiera, se matiza que en las reuniones no se dan clases, no se suelen sacar fotos de los rostros de las personas reunidas para preservar la intimidad de las mismas, los menores de 16 años deben de ir acompañados de un adulto entre otros.
Tejer: una actividad multicultural y para todas las edades
«A lo largo de estos años hemos tenido curiosas anécdotas. Como la de una mujer australiana que estaba de luna de miel en Madrid. Vio nuestro blog y vino a pasar una tarde con nosotros, mientras que su marido se fue a visitar el Bernabéu. Otro día, vinieron un padre y su hijo de doce años. Por lo visto al niño le encantaba tejer y era su pasatiempo preferido» nos cuenta una divertida Siona.
Hombres, mujeres, niños… personas de todas las edades, sexos y nacionalidades han pasado por este grupo de tejedores. Las historias personales, razones o motivos por los que decidieron unirse a este grupo son todos diferentes.
Pilar, la veterana del grupo, es toda una experta en el arte de coser, hacer punto, bordar… nada se le resiste. Bolsos, chaquetas, faldas… Nos cuenta con orgullo que casi toda la ropa que tiene se la ha hecho ella misma.
«Empecé a tejer cuando me quedé embarazada de mi primer hijo. Quería hacerle algo, unos patucos o una mantita. Yo por aquel entonces sabía lo básico, no tenía mucha idea aunque mi abuela me había enseñado algo». Hoy en día disfruta de las reuniones, charla con las personas, enseña sus nuevos avances… «Me encantan la reuniones y estoy muy feliz de que gente joven también se anime a tejer» declara Pilar.
Cristina es otra de las asiduas de las quedadas de Madrid Knits. «Yo llevo tejiendo un año, desde que me quedé en el paro. Quería hacer algo para rellenar ese tiempo libre que tenía y me dio por tejer. En un principio, solo sabía hacer lo básico y poco a poco he ido aprendiendo y a la vez, tejer me sirve como terapia para a reducir el estrés y alejarme de la rutina y las preocupaciones diarias»
Algo que no es nuevo, dado que tejer forma parte de una nueva terapia para luchar contra el estrés, la «lana-terapia». El proceso de tejido promueve la tranquilidad y el buen humor, ya que realizar cualquier tipo de actividad manual repercute en el plano psicológico y estimula la imaginación y la creatividad.
«Yo recomiendo a todos los que quieran aprender pero no dan el paso, a los que quieren tejer en grupo, a todos los amantes de la lana, que se animen… y el que quiera puede unirse a nosotros. Todos son bienvenidos a Madrid Knits. Es importante que los interesados se lean todas las normas básicas de las reuniones semanales» nos dice Siona.
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hola me gustaria que me dijerais donde os reunis me gustaria aprender bien se lo basico derecho reves y poco mas vivo en canillas pero estoy bien comunicada mi madre vivia en estrecho y se ir muy bien si podeis me contestais me encantaria no he dicho la edad ya tengo 58 años un saludo gracias