El año comenzó con un sorpresa no muy agradable para los vecinos de Madrid en general y de Tetuán en particular: las cinco cafeterías Nebraska de la capital, dos de las cuales estaban situadas en el distrito, echaban el cierre el 11 de enero sin previo aviso. La sociedad propietaria hasta entonces de la cadena, Blanco Hermanos, había pasado a manos de Corpfin Capital, que se quedaba con cuatro de los locales en propiedad de la sociedad y despedía a sus 92 trabajadores.
El quinto local, el de Bravo Murillo 293 y con más de 30 años de historia, se quedó cerrado en una especie de limbo porque era alquilado. Pero hace unos días, los vecinos y transeuntes que pasan por la zona descubrieron con sorpresa un cartel que hacía referencia a la próxima apertura del local. Parecía increíble, pero es cierto: la cafetería Nebraska de Bravo Murillo 293 abrirá de nuevo, con dos de los antiguos trabajadores de la empresa al frente.
Estos dos empleados, que han formado una sociedad para abrir de nuevo este Nebraska, han confirmado que piensan comenzar a funcionar de nuevo dentro de unos días, a primeros del próximo mes de abril. Al parecer, tendrá el mismo nombre, puesto que cuentan con el permiso de los antiguos dueños para hacerlo. La sociedad compradora no estaba interesada en el negocio ni en la marca, sólo en los locales de la empresa. Y ni siquiera habían tocado el interior de este local, por lo que no será necesario mucho trabajo, a parte de la lógica limpieza y el aprovisionamiento de mercancía, para reabrirlo.
Los dos trabajadores que se pondrán al frente del negocio tienen pensado contratar a varios de sus antiguos compañeros para trabajar en la cafetería, que seguirá teniendo el mismo estilo y los muebles de antes del cierre. También mantendrá su carta y sus precios. Y por supuesto, servirá los famosos perritos calientes que tanta fama dieron a Nebraska, con su peculiar salsa.