Por José Manuel González
Este año no puedo correr la prueba por lesión, pero he querido describiros con un poco más de detalle el recorrido de la Carrera Popular de Tetuán, como ayuda para los que no conocen la zona. Asimismo, dados los cambios en el trazado, también puede ser una pequeña orientación para algunos habituales de la carrera.
Se pierde el atractivo del calentamiento y salida en una calle entrañable, sede del antiguo Rastro de Tetuán y de iconos del barrio, como el antiguo cine Savoy, delante del que, hace muchos años, los domingos por la mañana se cambiaban cromos de fútbol.
Para los aficionados a los libros, en esta calle Marques de Viana se encuentra una de las mejores librerías de compra venta de usados y nuevos de Madrid, la Libería Alcaná.
La nueva salida en Bravo Murillo favorece la carrera, ya que se sustituye el tramo inicial en subida (duro al entrar “en frío”), por una cómoda bajada en esta ancha y larga calle.
Con esto, probablemente, las marcas mejorarán. La salida en el Triángulo del Oro se encuentra a un nivel ligeramente superior que la meta en La Remonta, a diferencia de lo que ocurría con la zona baja de Marqués de Viana y dicho final.
Los 2,5 primeros kilómetros bajan, por tanto, por Bravo Murillo. Todo este tramo se hace en ligera bajada, siendo los puntos de descenso más pronunciados los que se encuentran a la altura de los Cines Lido y en el trayecto entre La Remonta y el cruce de Marqués de Viana con Sor Ángela de la Cruz.Se agradece este recorrido de bajada en Bravo Murillo, inverso al muy tradicional en subida hasta el kilómetro 7 de la Media Villa de Madrid, y cuya bajada se perdió desde el cambio de la llegada de dicha Media a Vallehermoso por la actual de El Retiro.
La calle Bravo Murillo disponía, hace años, de una de las principales concentraciones de salas cinematográficas de Madrid. Poco a poco fueron desapareciendo los cines de nuestra infancia y juventud (Versalles, Tetuán, Savoy, Murillo, Europa, etc.), sustituidos por Bingos, tiendas de saneamientos, salones de bodas, etc.
Otras curiosidades en este tramo es la presencia, en sus calles aledañas, de algunos de los mejores restaurantes de Madrid (Diverxo, Combarro, O’Pazo, Txistu, Asador Donostiarra, etc.), así como la de algunos otros establecimientos en las márgenes de Bravo Murillo, humildes, pero con “exquisiteces” recomendables, como El Rubí y sus perritos calientes (la “magdalena de Proust”) o el El Horno de San Onofre y sus roscones de Reyes, ambos en la zona más cercana a Cuatro Caminos.
En el 2,5 se gira a la derecha en Cuatro Caminos para entrar en Reina Victoria, todavía en bajada y emprender entre el 3 y el 5 un camino de permanentes “toboganes”. Muy duros. Por eso, y por el probable fresco de la mañana, es conveniente bajar hasta Cuatro Caminos reservando fuerzas.
Al final de esta calle se encontraba otro de los iconos del bario, el Estadio Metropolitano, campo del Atlético de Madrid hace años, antes de su traslado al Manzanares. Una historia que, entre otras, cuenta Julio Ruiz en el pequeño libro “Me Voy al Manzanares” de la editorial Libros del K.O. Emocionará a los atléticos. Recomendables las pequeñas piezas de esta joven editorial, con otros títulos como “Grupo Salvaje”, de Manuel Jabois, dedicado al Real Madrid.Tras una primera zona llana y con una bajada pronunciada en el inicio de Federico Rubio y Galí nos encontramos con una subida muy dura en el tramo que enlaza la calle desde Jerónima Llorente hasta Pablo Iglesias, por detrás del Acueducto de Amaniel que se muestra en la siguiente fotografía. Muy empinado, sobre todo al final.
A continuación, un tramo llano y fuerte bajada en Pablo Iglesias hasta coger Ofelia Nieto, que comienza con una cuesta hasta la plaza de la fuente en el cruce con Francos Rodríguez (Plaza de Rocío Durcal, que vivía allí), conocida por los habituales como la “plaza de Artimueble” (por el histórico y horrible almacén que tenía allí). Por esta zona intentaré estar animando a los corredores.
Y tras la plaza, otra bajada fuerte por Ofelia Nieto hasta la gasolinera frente al Parque Rodríguez Sahagún, desde donde se vuelve a subir y bajar hasta la zona baja de Marqués de Viana (antigua salida). Y volver a subir de nuevo para callejear por el Paseo de la Dirección que se hace entre los kilómetros 5 y 7.Subidas y bajadas permanentes, que cortan el ritmo. Si en la primera parte hasta Cuatro Caminos no se ha ido a tope, aquí es donde hay que apretar. En esta edición, con más motivo, dado que se evita la parte más dura de la carrera: la cuesta de Sinesio Delgado.
En efecto, en los años anteriores se giraba a la izquierda en el cruce del Paseo de la Dirección con Capitán Blanco Argibay, hasta Sinesio Delgado, que se subía desde ese punto hasta la Castellana, con las Torres de la Castellana al fondo (vistas en el orden de la siguiente fotografía). Una cuesta larga y muy empinada que, en los comienzos de la temporada de running, imponía una dureza muy significativa a esta carrera. Las marcas, por término medio entre 1 y 2 minutos superiores a las habituales (en los entornos de 35 – 40 minutos), así lo indicaban.
En este año, se sigue callejeando por el virado Paseo de la Dirección hasta la Avenida de Asturias. Es una zona menos atractiva, pero se evita la dura subida, que se sustituye por el tramo, más corto y menos duro, de la citada Avenida entre el Paseo de la Dirección y, de nuevo, Sinesio Delgado, a la altura de la gasolinera de Galp.Para mi gusto, la carrera pierde atractivo. Esa subida de Sinesio Delgado es uno de los muros que se recuerdan de las carreras populares de Madrid, junto con, entre otros, los 3,5 kilómetros de subida de la antigua carretera de Fuencarral al Pardo en la Media del mismo nombre, la Cuesta de San Vicente en el Trofeo San Lorenzo, o la famosa Alfonso XII en tantas carreras que acaban en El Retiro. La subida de Sinesio Delgado es un termómetro excelente del estado de forma.
Por cierto, curiosidad: Sinesio Delgado fue el fundador de la (hoy desprestigiada) SGAE.
Una vez en Sinesio Delgado, aproximadamente en el 7,5, el tramo hasta La Castellana, de un kilómetro, es llevadero, aunque, al principio, en subida.
Ya en La Castellana, a la altura de la primera de las Torres, enfrente de las oficinas de Repsol, se gira a la derecha para bajar hacia la Plaza de Castilla, ya casi en el kilómetro 9,5. Tramo rápido y cómodo, aunque tradicionalmente con poco público animando.
La ausencia de público es una característica de esta carrera y otras muchas populares. En el caso de Tetuán, únicamente en la salida, meta y algún tramo puntual (Ofelia Nieto con Francos Rodríguez, por ejemplo), hay cierta afluencia de gente animando.Lógicamente, en esta parte final de La Castellana, Plaza Castilla y primeros tramos de Bravo Murillo, hasta La Remonta, donde se encuentra la meta, hay que correr al máximo de fuerzas. No obstante, es importante guardar un poco de energía para un tramo en subida, traicionero e inesperado, al comienzo de Bravo Murillo, entre la Plaza Castilla y el Triángulo de Oro.
Ya en zona de bajada, nos encontramos, a la derecha, con el bonito edificio de las antiguas Junta Municipal de Distrito y Casa de Socorro del barrio.
Por fin, entrada en La Remonta por la esquina inferior, a la altura de las oficinas de Cajamadrid. Giro de 90 grados, que hay que hacer con prudencia. Recuerdo problemas con las vallas y pérdida de ritmo. Y en el tramo de la Plaza, cuidado con la superficie del suelo. El paso del asfalto a las baldosas es extraño y, si el suelo está mojado, algo peligroso.
La Plaza de la Remonta es el lugar habitual de la meta, ahora y en el pasado, y de celebración de conciertos en el seno de las Fiestas de Tetuán, a inicios de cada Julio. Algunos buenos grupos y cantantes han tocado allí.
Texto: Jose Manuel González. La República del Running.
Fotos: BeaBurgos
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Gracias por el comentario del recorrido, este año correré la carrera por tercera vez y, como siempre, llego a la cita corto de forma pero ansioso por disfrutarla, ya que es una de las carreras de 10 km con más encanto de Madrid. Estoy de acuerdo en que con el cambio de trazado se pierden algunos tramos que le daban «carácter» (empezando por la propia salida cuesta arriba), pero la esencia se la da el barrio y sus desniveles y eso sigue presente, así que animo a todos a correrla y disfrutarla, nos vemos allí!