Para entender la gentrificación en Madrid: bibliografía básica

BeaBurgos

Empecemos por lo básico: una definición de gentrificación (del inglés, gentry = burgués) como un proceso de transformación urbana en el que la población original de un barrio popular se ve desplazada por nuevos vecinos de mayor poder adquisitivo. Esta sencilla definición esconde un complejo proceso de estructuración del espacio urbano con múltiples consecuencias que en cada ciudad y en cada barrio toman diferentes direcciones.

En el caso de Madrid, son varios los estudiosos que se han acercado al análisis de este fenómeno desde el campo de la historia, la arquitectura o el urbanismo. Trataré aquí de recoger una bibliografía esencial para arrojar luz sobre la gentrificación en Madrid.

Gentrificación en Madrid desde la historia

Enrique F. Rojo, en su blog Urban Idade, en el que se dedica a recoger la historia de la arquitectura y el desarrollo urbanístico de Madrid, realiza una aproximación a la gentrificación en la capital.

Introduce un término que quizás sirva para contextualizar mejor el término gentrificación, que muchas personas desconocen: «recualificación espacial», una reestructuración urbana según la cual las clases acomodadas que en su momento abandonaron el centro de la ciudad para trasladarse a una periferia de menor densidad, vuelve a tomar el centro. Rojo sitúa este fenómeno en España alrededor de los años 70.

Uno de los elementos clave en la gentrificación es el valor del suelo y la especulación: constructores, ayuntamiento y otras entidades compran edificios con inquilinos de baja renta con el único objetivo de que los inmuebles se vacíen e ir sustituyendo un paisaje urbano popular por nuevas construcciones e incluso viviendas de lujo que serán ocupadas por profesionales liberales, directivos y alto funcionariado.

Entre los ejemplos que cita Enrique Fidel, el llamado barrio de “las Californias”, en el Distrito de Retiro, que sufrió un proceso de demolición y recalificación del antiguo suelo industrial para construir nuevas residencias.

Gentrificacion Madrid

Demoliciones en Las Californias. Foto: Urban Idade

Gentrificación en Madrid desde la arquitectura

Desde Paisaje Transversal, un colectivo de arquitectos radicado en Madrid que llevan tiempo trabajando en procesos bottom-up de transformación urbana, realizan un análisis crítico de la gentrificación porque «un barrio pierde parte de su tejido social, creamos zonas exclusivas según clases sociales y la ciudad deja de tener su función de ser de todos, para convertirse en guetos divididos por niveles de renta«.

La complejidad de este fenómeno la dividen en dos formas: un proceso prolongado en el tiempo y fortalecido por la situación geográfica privilegiada del barrio o bien un proceso provocado por un hito urbanístico – y por lo tanto provocado o fortalecido por instituciones. Ejemplo del primero es el barrio de Lavapiés, en Madrid. Para el segundo citan la llamada «Ciudad de Calatrava» en Valencia. Me pregunto si el barrio de Legazpi en Madrid podría entrar en este segundo caso, considerando la reforma del Manzanares y Matadero como hitos urbanísticos del gabinete Gallardón.

Vista como un acoso a la ciudadanía, según estos arquitectos, solo se puede luchar contra la gentrificación con la ayuda de las administraciones, que disponen de una serie de mecanismos que podrían utilizar, por ejemplo, construir viviendas de protección oficial destinadas a habitantes del barrio que deseen seguir viviendo en él. Un caso muy similar y que nos toca de cerca en Tetuán, es el Paseo de la Dirección y su largo proceso de expropiaciones.

Gentrificacion Madrid

«Lavapiés es ingentrificable». Foto: Antonio Ortiz para Aquí Tetuán

Gentrificación en Madrid desde el comercio

Entre las voces más críticas hacia la gentrificación en Madrid encontramos a Todo por la Praxis, que se definen como un intelectual colectivo y un sujeto político activo. Procedentes de diversos ámbitos intelectuales, sus miembros tienen como objetivo la resistencia cultural desde proyectos estéticos.

Su proyecto Antitriball denuncia lo que consideran una acción especulativa de una serie de empresas que compraron locales en el centro de Madrid, entre las calles de Ballesta, Desengaño, Barco y otras que abarcan desde Gran Vía hasta el barrio de Malasaña, es decir, el área que hoy conocemos con el nombre chic de «Triball» y que aspira a convertirse en el Soho londinense.

«Triball no es una organización filantrópica que acoge y apoya a artistas y diseñadores. Es una inmobiliaria como otra cualquiera que se sirve de las armas del marketing urbano para poner en práctica un arquetípico plan de gentrificación, que supondrá la expulsión de los vecinos de la zona y repercutirá de manera determinante entre sus habitantes», denuncian desde Todo por la Praxis. De paso, nos cuentan que el Soho londinense, después de ser un barrio chic, terminó convirtiéndose en un barrio desestructurado y vacío, una especie de desierto urbano.

Gentrificacion Madrid

Uno de los carteles críticos de AntiTriball

Gentrificación en Madrid desde el diálogo

Si algún barrio de Madrid tiene algo que decir sobre gentrificación, esos son Malasaña o Chueca, punto de encuentro de treintañeros (y no tanto) «cool» de la capital. A pesar de que los colectivos hasta ahora señalados lanzan una mirada romántica o crítica sobre la desmembración del barrio, Luis de la Cruz, de Somos Malasaña, habla de una cara más amable de la gentrificación.

En los años 80, el barrio de Malasaña pertenecía a un distrito que había perdido más de un 60% de población en tres décadas, con edificios viejos y calles abandonadas. El barrio necesitaba un lavado de cara. La remodelación del cuartel de Conde Duque en el año 83, la de la Plaza del Dos de mayo en los noventa y finalmente la peatonalización de parte de la calle Fuencarral han sido más que un simple lavado de cara, una cirugía estética. Para Luis de la Cruz, estas reforms han traído una «mejora innegable en la ecología barrial«.

Del 2000 al 2010, la población de Malasaña aumentó un 14% y la proporción de envejecimiento disminuyó 10 puntos. La cara B de esta nueva imagen es que a pesar que el barrio ha mejorado como lugar para vivir carece de dotaciones y espacios donde relacionarse. La cara A es que ante el peligro de perder su identidad, los vecinos de Malasaña han respondido creando un mayor tejido urbano a través de proyectos como la organización popular de las fiestas del Dos de Mayo o la Plataforma Maravillas, unión de asociaciones y grupos que trabajan por el barrio.

Gentrificación Madrid

Foto: Todo por la Praxis

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