Perpiñán es una ciudad situada en la costa del sur de Francia, bañada por el sol y que disfruta de una climatología suave a lo largo de todo el año. Esta localidad, a la que Dalí llegó a denominar «el centro del mundo», cuenta con atractivos de todo tipo para el turismo, entre los que no faltan la playa ni la montaña, además de contar con aguas termales en la zona. Perpiñán también ofrece atractivos a los amantes de la arquitectura y la historia gracias a sus monumentos y abadías románicas, ni a los que disfrutan de la buena mesa, gracias a su gastronomía característica de las regiones mediterráneas.
En este último aspecto hay que destacar sus productos típicos, que son habituales en las cartas de los restaurantes de la zona, y entre los que destacan el vino, las anchoas y, en general, el pescado y la verdura. La región cuenta con una vasta extensión de viñedos, así como con 200 restaurantes que cuentan con sello de calidad o estrellas Michelín, entre los que destacan nombres como Sud de France o Toques Blanques. Por tener, tiene hasta un aperitivo típico: el Byrrh, una especie de martini elaborado a base de vino tinto, mistela y quinina en la zona de Rivesaltes, una de las áreas vitícolas más antiguas del Rosellón.
En cuanto al turismo cultural, merecen una mención especial el renovado Museo de Bellas Artes de Perpiñán, que abrirá el próximo mes de junio tras tres años de obras, y el Museo de Arte Moderno, que alberga obras de Picasso, Dalí o Pollock. La ciudad conserva numerosas riquezas y muestras de su rica historia. En particular de lo que se considera su edad de oro, el periodo en el que formaba parte del Reino de Mallorca. De entonces datan edificios como el Palacio de los Reyes de Mallorca, un palacio-fortaleza del siglo XIV; o el Castillet, emblema de la ciudad, que fue por turnos castillo, puerta de la ciudad y prisión. También destacan el Campo Santo, el claustro-cementerio más grande de Francia; la Iglesia de los Dominicos o el Teatro del Archipiélago, diseñado por Jean Nouvel.
Perpiñán es la capital de la región francesa de Pirineos Oeste y de la comarca del Rosellón. Limita al sur con Cataluña y Andorra por el sur y, por el norte, bordea la costa Mediterránea y el Golfo de León hasta la Provenza. En el interior de esta zona se pueden encontrar paisajes que facilitan la práctica de todo tipo de actividades en familia, como manantiales naturales y canales navegables. En cuanto a la costa, está recorrida por todo tipo de instalaciones turísticas, como hoteles o balnearios. Además, el litoral cuenta con puertos pesqueros tradicionales, rodeados de playas y espacios vírgenes y protegidos que hacen atractiva la práctica de deportes como el submarinismo.
La amplitud de la oferta turística de Perpiñán, con conexión directa con Madrid, Zaragoza y Barcelona gracias al AVE, hace que cuente con alojamientos para todos los gustos. Desde hoteles de lujo como el Riberach, en el que se puede dormir en una antigua cava restaurada, hasta casas rurales repartidas por parajes excepcionales.
