¿Por qué se degradan las plazas?: el caso de Nuestra Señora del Carmen

Francisco LGN
Blog de Urbanismo en Tetuán

Plazas de Tetuán

Plaza Nuestra Sra. del Carmen. Foto: Francisco LGN

Una plaza urbana, incluso una pequeña plaza como esta plaza sin nombre, (lo cual es ya una seña de identidad del barrio) vive del entrecruzamiento de diversas funciones: lugar de juegos al aire libre para los niños y sus acompañantes, de reposo y soleamiento para los vecinos, de tránsito amable para los paseantes, de expansión para los pequeños comercios colindantes, de expansión paisajística para las viviendas que la rodean, de refugio de aves, de lugar calmado para la lectura, la charla o el amor, y hasta si me apuran, para fumar un cigarrillo. Es la mezcla de todas estas funciones de las que nace la vitalidad de las plazas, de los espacios verdes de la ciudad.

Sin embargo, las plazas pueden degradarse hasta convertirse en lo contrario de lo que se ha descrito más arriba. Pueden convertirse en basureros, en zonas inseguras y desagradables, perdiendo gravemente su función originaria.

Por qué se degradan las plazas

Un espacio urbano, una plaza, se degrada por diverso motivos. Algunos pueden ser externos a su concepción y provenir de elementos ajenos a la plaza. El cierre de determinados servicios públicos o asistenciales puede dejar literalmente al raso a grupos de personas marginales que no encuentran otro lugar de aposentarse que el espacio público.

La falta de mantenimiento puede también iniciar una espiral de degradación, ya que nadie cuida lo que no está cuidado, y la falta de vigilancia para impedir conductas abusivas también.

Pero todos estos elementos tienen un impacto mayor cuando el espacio urbano, la plaza, ha sido diseñado con descuido para las funciones citadas más arriba.

La Plaza de la calle Nuestra Señora del Carmen

En el caso de la Plaza de Nuestra Señora del Carmen, sobre la que ya se hizo anteriormente un análisis en esta misma publicación, su diseño impide gravemente que muchos de los aspectos que hemos citado como incluyentes se produzcan, al tiempo que favorece los elementos negativos.

A) Degradación física: La plaza carece de mantenimiento y limpieza
B) Zonas de acceso inseguras y degradadas: los accesos escalonados son tortuosos, pequeños y mal construidos, y carecen de la necesaria visibilidad, lo que los convierte en peligrosos y lugar para arrojar desechos.
C) Falta de integración con el entorno inmediato: las viviendas de la cara sur tienen un muro enfrente en vez de un espacio abierto, que además forma un callejón adecuado nuevamente sólo para excrementos y desperdicios
D) Por último coincido con el comentario de Miguel sobre el bloque desarrollado para cerrar la plaza. Es un error en un espacio con tan poca actividad comercial o económica no desarrollar locales en planta baja para revitalizarlo. Y desde luego con la reflexión realizada sobre el torpe tratamiento de las alineaciones que impiden conectar esta plaza con el pequeño espacio verde que cita Miguel, al menos con una vía de mayor sección y arbolada, lo que permitiría multiplicar la eficacia de ambos espacios como zona de recreo.

Plazas Tetuán

Plaza Nuestra Sra del Carmen. Foto: Francisco LGN

En resumen y al margen de otras consideraciones sobre mantenimiento y vigilancia, pienso que la plaza seguirá siendo un espacio con tensiones de marginalización si no se solucionan los defectos de diseño, reconsiderando:

a) La dimensión y el diseño de los accesos escalonados, integrándolos en los trayectos habituales, ampliando su sección y transparencia visual.
b) La integración de las viviendas de la cara sur con el parque, eliminando la actual barrera
c) Una reflexión sobre el conjunto de la plaza, considerando la idea de trasladar el equipamiento para utilizar de forma más inteligente el desnivel, tal como propone nuevamente Miguel.

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2 Comments

  1. Francisco LGN Gonzalo 23 diciembre, 2012
  2. Francisco LGN jose luis 20 diciembre, 2012

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