El libro,firmado por Bernardo Díaz Nosty, cuenta con ilustraciones de El Roto y prólogo de Fernando González Urbaneja. Se ha presentado hoy ante una gran afluencia de público en la Asociación de la Prensa de Madrid.

BeaBurgos 29.09.2011

Los periodistas también se indignan. Se indignan de la falta de libertad en el desarrollo de su profesión, de la precariedad laboral, de la demanda de tiempo que exigen las nuevas herramientas digitales, cada vez mayor.

En los últimos tres años 4000 periodistas han perdido su puesto de trabajo y otros miles se encuentran en la cuerda floja. «Estos son tiempos de desasosiego, de decepción, de un cierto fatalismo», dice Bernardo Díaz Nosty.

Tan fatalista es el momento en que vive el periodismo español que su autor, profesor de la universidad de Málaga y uno de los comunicólogos más destacados de España, ha querido vestir el tradicional «libro blanco» de color negro. Datos estadísticos, análisis, testimonios, imágenes y viñetas de El Roto conforman un mosaico de sombras que ilustra la difícil situación en que se encuentra el periodismo actual en nuestro país.

Precariedad del periodismo actual en España

El libro se ha presentado esta mañana en la Asociación de la Prensa de Madrid (APM). La convocatoria ha despertado tanto interés que en la calle Claudio Coello la cola daba la vuelta a la esquina y en el interior de la APM no cabía ni un alfiler. Entre el público, periodistas de una media de 45 años de edad, muchos de ellos pertenecientes a ese grupo de miles que perdió su trabajo. Cubriendo el evento, jóvenes periodistas que rondan los 20.

«Los medios han despedido periodistas con experiencia para contratar becarios», señala Lucía Méndez, que acompañaba en la mesa a Díaz Nosty, entre las causas de la precariedad en el periodismo actual. A ello suma la aparición del periodismo ciudadano («los ciudadanos son fuentes, no periodistas») y el boom de las redes sociales: «Los periodistas buscan seguidores en Twitter como si fueran Lady Gaga«.

La crisis económica, los cambios sufridos en la industria de la información, la digitalización o las redes sociales son solo algunos de los aspectos que están afectando al periodismo en España. Carmen del Riego señala además la crisis de valores en la profesión: «Aunque hubiera pleno empleo, el problema sería el mismo porque es de concepto. Hemos perdido la noción para la que nació el periodismo: el servicio público. No somos un fin en nosotros mismos, nuestro fin es trabajar por el derecho de los ciudadanos a la información».

Indignados pero comprometidos

Hace unos meses, durante las primeras manifestaciones del movimiento 15M en Sol, un grupo de periodistas, convocados bajo el lema de «Periodismo Real Ya» se reunían en Sol y manifestaban su indignación por esta situación. “Estamos indignados, pero comprometidos”, una de sus consignas más repetidas.

Según Mayte Carrasco (en la foto, a la izquierda) su reivindicación se dirigía hacia necesidades tan básicas como la demanda del fin de las ruedas de prensa sin preguntas o de los contratos de becarios a profesionales de 35 años.

«Muchos periodistas, la mayoría, quieren hacer periodismo, pero no el periodismo que les proponen y al que les empujan sus medios», afirma Díaz Nosty en el ‘Libro negro del periodismo en España’. Con ello pone el acento sobre otra de las presiones a las que están sometidos los periodistas: cumplir con los poderes establecidos, ya sean económicos, políticos o instrumentales.

Reivindicar el periodismo desde la ciudadanía, recuperar la autoestima de la profesión, rescatar la democracia… son, según Díaz Nosty, las tareas que el periodismo español debe emprender cuanto antes para volver a ser un «periodismo real YA, o pasado mañana».

¿Te ha gustado? Comenta, compártelo, ¡COLABORA CON NOSOTROS!