La procesión de Nuestra Señora de las Victorias, Tetuán (también llamada Virgen de las Victorias), se celebra cada año el primer domingo de julio
BeaBurgos, 09.07.2013
Virgen de las Victorias a su paso por Bravo Murillo. Foto: BeaBurgos
El pasado domingo 7 de julio, la procesión se celebró puntualmente a las 8 de la tarde, tal como estaba previsto. Con salida y fin en la Iglesia de Nuestra Señora de las Victorias, la procesión recorrió las calles Azucenas, Almortas, Marqués de Viana y Bravo Murillo, en el barrio de Valdeacederas.
Durante aproximadamente una hora, los vecinos de Tetuán desafiaron el sofocante calor de julio y acompañaron a su patrona por las calles del barrio, gritándole salvas. El Samur tuvo que intervenir y asistir a uno de los asistentes que, al paso de la comitiva, sufrió un desmayo debido a las altas temperaturas.
Fotos de la procesión:
[slickr-flickr tag=»procesion»]
Tradición de Nuestra Señora de las Victorias en Tetuán
La procesión de la Virgen de las Victorias, en el distrito de Tetuán, tiene lugar todos los primeros fines de semana de cada año.
Se trata de una fiesta con una gran tradición en el distrito, cuyos orígenes habría que buscar en la llegada y el asentamiento de las primeras tropas de África tras la victoria en la batalla de Tetuán en el año 1860.
La victoria en la guerra entre Marruecos y España es el origen primero de la barriada de Tetuán, que pertenecía al pueblo madrileño de Chamartín de la Rosa y posteriormente de lo que hoy conocemos como Distrito de Tetuán.
La virgen llamada «Nuestra Señora de las Victorias” se convertiría en la Patrona de este nuevo asentamiento, Tetuán de las Victorias, desde el año 1865. Desde entonces, se celebraría misas en honor a esta virgen y se instaló una pequeña capilla en su honor. Actualmente, en la calle Azucenas se encuentra una de las iglesias de mayor tamaño y más antiguas de Tetuán en honor a esta virgen: la Iglesia de Nuestra Señora de las Victorias.
Además, se creó un himno en honor a esta virgen que aún hoy en día se canta en la iglesia y frente al altar cada año tras la procesión.
