Acompañamiento terapéutico es una herramienta cuya presencia es deseable en el trabajo en la salud mental. El objetivo de esta terapia es apoyar, no sólo a quien tiene una vulnerabilidad psicológica sino también a su familia y personas cercanas. Hablamos con Diana y Tanit, que trabajan en acompañamiento terapéutico desde el distrito de Tetuán.
Bea Burgos 27.06.2014
Las personas con dificultades en sus relaciones, aislamiento, problemas psicológicos o enfermedad mental se enfrentan a diario a cientos de retos. Tareas cotidianas como ir a trabajar, hacer la compra o salir a la calle, que para otras personas se llevan a cabo sin dificultad, se convierten en un grave obstáculo para muchas personas que padecen alguna problemática de este tipo (ya sea éste grave, como esquizofrenia, psicosis, trastorno bipolar, o bien, una depresión, que puede darse en diferentes grados).
Para sus familiares y amigos el día a día también puede ser complicado.
Para responder y ayudar a estos pacientes ha surgido en los últimos años en España la figura del acompañante terapéutico, alguien con un rol similar al psicólogo pero que se distingue de éste en que trabaja directamente donde está el problema vincular, en su contexto real (domicilio, calle, instituciones, etc.).
En el distrito de Tetuán trabaja un grupo de acompañantes terapéuticos, Equipo Tótem, proyecto puesto en marcha por seis mujeres procedentes con distintos perfiles profesionales dentro del ámbito de la salud mental, con una amplia formación en el ámbito clínico y de la intervención social.
Hablamos con Diana y Tanit, psicólogas de Tetuán que se dedican al acompañamiento terapéutico y forman parte del equipo Tótem, que se desplaza allí donde más lo necesita un paciente con enfermedad mental.
¿En qué consiste la figura del acompañante terapéutico?
El acompañante terapéutico no es el típico psicólogo que trabaja desde un despacho sino alguien que se traslada al entorno del paciente. El objetivo de su trabajo es acortar la distancia entre lo que le sucede a esta persona (sus problemas) y su entorno (amigos, pareja, familia, vecinos). Se trata de un trabajo interprofesional de forma coordinada; el acompañante terapéutico fomenta y mejora el tratamiento psicosocial del paciente, en el que suelen estar implicados distintos profesionales.
¿Con qué tipo de pacientes trabajáis más a menudo?
El campo en el que más se trabaja es las patologías mentales graves, como trastorno bipolar o psicosis porque es en este ámbito donde más necesidad hay de un abordaje global. Mucha gente no puede trabajar, salir a la calle, tiene problemas de relaciones sociales. Sin embargo, la función del acompañante terapéutico es tan flexible que trabajamos con todo tipo de pacientes, desde una depresión, pasando por un trastorno de conducta o agresividad, a un caso de drogodependencias o autismo, por ejemplo. No trabajamos con un diagnóstico en sí, sino con la problemática de cada caso particular.
¿En qué consiste el día a día de un acompañante terapéutico?
En general, partimos de la llamada de una familia o de un psiquiatra que entiende que su familiar o su paciente se beneficiaría de la labor de un acompañante terapéutico. En el caso del psiquiatra suele darse en casos en que la psicoterapia o la medicación se queda corta.
Una vez conocemos al paciente y en función de sus necesidades se establece la frecuencia del acompañamiento, habitualmente dos días por semanas, pero siempre depende del caso. Trabajamos acompañando a la persona en su vida cotidiana, sus actividades de ocio, sus relaciones sociales o simplemente dando un paseo por su barrio.
¿Cómo trabajáis con la familia?
Solemos ir solas. Visitamos su casa y nos implicamos como «uno más», siempre desde una cercanía profesional o una distancia terapéutica. Poco a poco te vas haciendo un lugar.
Por ejemplo, en el caso de un adolescente con hiperactividad o trastorno de conducta que no está diagnosticado, nos llama la familia para ayudarles en un ambiente desgastado en el que los padres no son capaces de establecer un orden o una relación con su hijo. Les va mostrando una manera diferente de relacionarse, más sana, por ejemplo, experimentando maneras diferentes y menos problemáticas de relacionarse. Fomentando la comunicación en las familias.
¿Cuáles son los beneficios del acompañamiento terapéutico?
El acompañamiento terapéutico, al mostrar in situ modos diferenhtes de relacionarse, reestablece de una manera natural lo que se ha perdido por el hecho de tener un problema psicológico, como son las relaciones con los más próximos y el entorno en general. Se va descubriendo qué cosas pueden cambiar o hacen sentir mejor en el día a día, a través de la experiencia directa. Este punto es de vital importancia y marca la diferencia con otros abordajes terapéuticos. Con el acompañamiento terapéutico mejora ostensiblemente la calidad de vida.
Más información
Equipo Tótem atiende consultas sin coste sobre su situación particular o la de un familiar.
Página web: TÓTEM Acompañamiento Terapéutico
email: [email protected]
Teléfonos: 653 236 784 – 678 277 040
