Tetuán es uno de esos lugares donde los recuerdos calan hondo. Son muchos los vecinos que han dedicado poemas a su barrio, en el que nacieron o crecieron, como José Rodríguez Pérez, antiguo vecino de Tetuán, quien nos hace llegar un poema con los recuerdos de su niñez en el barrio.
Los cines, la Dehesa de la Villa, los juegos en las calles… Muchos vecinos se verán reflejados en sus versos. Desde Aquí Tetuán queremos agradecer que haya querido compartir con nosotros y nuestros lectores este pedazo de su sentir por Tetuán.
Nos adjunta, además, algunas fotos con sus mejores recuerdos. «Aquél fue para muchos un mundo de recuerdos y no de fotografías (había quien no podía costearse la cámara, por elementales razones); no obstante, valga como muestra la que te adjunto de mi primer colegio, ya desaparecido, en la calle Limoneros. La que acompaña a la poesía es la de una hucha metálica de época que albergaba un pajarito que apresaba con su pico las monedas y las guardaba para ahorro y regocijo de los pequeños.»
Podéis dejarle comentarios si os gusta. Seguro que él lo agradecerá.
Hace ya media centuria,
también lucía la luna
sobre una España en penuria,
mientras rondaba la tuna
que ahora es septuagenaria
y añora con emoción
aquel son y aquella aria.
La alegre sala de fiestas,
junto al cine Chamartín,
los mieleros con sus cestas,
la rana y el futbolín.
La merienda dominguera,
en la Dehesa de la Villa,
con la ensalada campera
y los platos de tortilla.
El vendedor de manzanas,
el de coplas y canciones,
rastrillos por las mañanas,
vermouth, a pares o nones.
Otras veces, a los chinos,
disputado en la Solera,
tertulia con los vecinos,
sentados sobre la acera.
sifón de Laurel del Baco,
las tabernas de la zona,
también, el hombre del saco.
El tranvía traqueteante,
la Gaceta del domingo,
el papel del Elefante,
pero prohibido el bingo.
Las mantas del charlatán,
los juguetes de hojalata,
recientes bollos de pan,
leche que cuajaba nata.
El que te tomaba el pulso,
en pleno Bravo Murillo,
aunque te parezca insulso,
son recuerdos de un chiquillo.
En su blog, que puedes visitar aquí – Pimpiruladas de Pin – escribe poemas en lengua asturiana.
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Muchas gracias, Bea, por tu afectuoso comentario. También por el apoyo a la entrañable lengua asturiana que sigue en peligro de desaparición, entre otras razones porque en las aldeas trataban de castellanizar su lenguaje para que les entendieran los que venían de fuera. Ojalá que tu proceder se extendiera a muchas otras personas en respuesta a aquellos que ya no están y así se comportaron; tan contrariamente a como lo hacen en algún que otro lugar. Por otra parte, te prometo que te enviaré alguna otra poesía sobre Tetuán más adelante.
Felicidades por tu magnífico blog. Seguimos en contacto.